Este es un rincón en el que pretendo recoger y expresar todos los devaneos y la actualidad acerca de la vida en sí...así como acercaros a territorios internacionales que, no por estar entre nuestras fronteras, dejan de ser interesantes.

Cumbre Unión Europea-África

África, el pastel que todos desean

La cumbre Unión Europea-África ha terminado con la demostración de que la historia no es pasado y que los rescoldos del colonialismo siguen muy presentes. Esta II Cumbre, siete años después de la primera, celebrada en el año 2000 en El Cairo, ha terminado como suelen hacerlo las reuniones de este tipo, con grandes titulares que esconden poca esencia.
Algo inevitable cuando los actores, que no se ven las caras desde hace años, pretenden que dos días de reuniones sirvan para disipar las dudas sobre las futuras relaciones entre los continentes.
Ayudar a África a desarrollarse y a democratizarse es, en realidad, una necesidad de seguridad europea. Los 14 kilómetros que separan a ambos continentes (el estrecho de Gibraltar) es la frontera más desigual de la humanidad, separa el bloque de los países más ricos del mundo del continente más pobre.
Si Europa quiere ser un actor global fuerte, debe mantener su influencia estratégica, política y económica en un continente del cual está unido por casi cinco siglos de historia y que resurge hoy en la escena internacional como un nuevo actor capaz de jugar también sus triunfos. Ayudar a África a desarrollarse es una necesidad de seguridad europea.
Esta actitud de cooperación se debe a que las sombras de las llamadas potencias emergentes (China, Inda, Brasil) se van agrandando y están arañando, cada vez con más fuerza, parte de este pastel. Así, Europa se enfrenta a este desafío con la transformación de su poder económico y su visión del mundo en una acción externa eficaz.
Se promete cooperación no en sólo en el respeto a los derechos humanos y mantenimiento de paz, sino también en los principios democráticos, inversiones y el derecho al desarrollo. Postulados que conforman la llamada Declaración de Lisboa. No obstante cabe preguntarse ¿qué principios democráticos?, ¿los europeos de: un hombre, un voto?
Seria lo ideal, pero no se le puede pedir a un continente que está formado por un conjunto de pueblos, naciones, que viven casi de la subsistencia alimenticia y económica, que sea capaz de pensar como lo hacen los europeos; principios que Europa consiguió en los últimos cinco decenios, después de innumerables, devastadoras, destructoras y nefastas guerras.
Este año, la ayuda de la UE al desarrollo de África alcanzó los 29.500 millones de dólares, 25 por ciento de los cuales provenientes de la Comisión y 75 por ciento directamente de los países miembros, a través de programas específicos.
La UE se comprometió ahora a incrementar esa ayuda anual a 49.000 millones de dólares.
Europa y África han firmado algunos documentos importantes que podrán regular sus relaciones (aunque, sin embargo no pudieron llegar a un acuerdo sobre comercio durante el encuentro), pero queda esperar que harán Rusia, China o Estados Unidos para contrarrestarlo. Próxima cita: 2010.

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